Somos el CEBA “San Francisco de Borja” promovida por la Congregación de los Padres de la Preciosa Sangre, que atiende a jóvenes y adultos. Brindamos una educación integral: cognitivo, corporal, emocional y espiritual. Asimismo, contamos con docentes cristianos – católicos comprometidos en brindar una educación de calidad que vive el carisma y practican valores cristianos, inspirados en la espiritualidad de la Sangre de Cristo, para formar personas competitivas con actitud humanista, crítica y moral frente a los cambios de la sociedad.
Ser líderes en la educación básica alternativa en la comunidad de san Borja formando estudiantes, con actitud positiva y estar preparados para continuar su formación académica a nivel de universidades, institutos superiores y en las Fuerzas Armadas.
FINES GENERALES COMO INSTITUCION ENMARCADO
EN LOS VALORES DE LA PRECIOSA SANGRE
Ø Nuestra labor educativa se basa en la formación de estudiantes orientadas a interiorizar y transmitir los valores de la espiritualidad de la Preciosa Sangre: Alianza vida, cruz, eucaristía y reconciliación
Ø Formar personas que vivan los ideales del carisma de San Gaspar del Búfalo, San Francisco Javier, María de Mattias y María Mattias
Ø La institución acoge y respeta a estudiantes que profesan otros credos.
Puntualidad.- Expresado en el respeto y la estricta observancia y cumplimiento de los horarios establecidos en la institución como parte de la jornada laboral, refrigerio y demás actividades, permitiendo de esta manera no solo la administración y manejo eficaz de los tiempos, sino fundamentalmente, el cumplimiento pleno de las actividades, metas y objetivos establecidos.
2.- Perseverancia.- Que implica convicción y fortaleza de personalidad, expresado en la firmeza en la consecución de determinados objetivos o propósitos, tanto de carácter personal como a nivel institucional. La firmeza se sustenta en la experiencia, el conocimiento y dominio de las coyunturas y contextos, en base al conocimiento de sus fortalezas, capacidades y virtudes individuales.
3.- Responsabilidad.- Manifestada en la obligación en que está todo miembro de una organización, de responder por el debido cumplimiento de los deberes asignados a él en su condición de trabajador. La responsabilidad siempre es personal y se mantiene en el tiempo a pesar de que el individuo haya dejado de pertenecer a la institución, perdura por un periodo de tiempo que las Leyes y normas definen en cada caso. La exigencia de la responsabilidad es vital en toda organización, por su medio, se evalúa el ejercicio de la autoridad y el cumplimiento de los deberes. Donde hay autoridad necesariamente hay responsabilidad. La responsabilidad es consecuencia natural de la autoridad. A mayor autoridad mayor responsabilidad.
4.- Ética.- Entendida como la capacidad de observarse a si mismo, y hacia los demás, el cumplimiento y respeto de los valores fundamentales, deberes y normas que deben regir nuestra conducta a nivel institucional y fuera de ella, para que proceda bien consigo mismo y en la vida social, contribuyendo de esta manera, al fortalecimiento de un adecuado clima institucional, vital para el buen trato al usuario y las armoniosas relaciones humanas.
5.- Solidaridad.- Expresada en la capacidad de entender los problemas, sentimientos, angustias y demás estados psicológicos, de los demás como suyos, expresado en actitudes de ayuda y apoyo moral o material al compañero en situación de estado crítico, facilitando de esta manera su rápida recuperación y con ello el pleno ejercicio de sus facultades en beneficio de si mismo y la institución.
6.- Honestidad.- Es respetar a los demás. No engañar. Decir la verdad. Repudiar todas las formas de corrupción e inmoralidad, desviaciones conductuales y actitudes atípicas que no contribuyen al fortalecimiento y desarrollo institucional.
7.- Identidad y compromiso
institucional.- Es sentirse plenamente inmerso y hacer suyo los propósitos, postulados, principios y fines de una institución, entregándose con todas sus energías a su plena realización. Implica armonización y coincidencia de nuestros propósitos con la institución que formamos parte.
8.- Flexibilidad.- Es la capacidad de adaptación a los cambios contemporáneos, afirmando nuestra identidad, así como a las necesidades y expectativas de las demandas educativas de la localidad y de las
orientaciones que emanen de los órganos administrativos superiores del sector en función de la realidad. Es propiciar la creación intelectual, la innovación y la recuperación del saber tradicional para el desarrollo de la capacidad productiva y cultural que haga a la institución más competitiva en su ámbito jurisdiccional.
9.- Lealtad.- Es ser fidedigno, franco y ofrecer
seguridad, respaldo y certeza en la palabra empeñada, es ser atento y respetuoso en la expresión de las ideas.
10.- Honradez.- Establecida como el respeto al derecho y la propiedad ajena, rechazando firmemente cualquier acto que implique el despojo, atropello o violación de la propiedad o derecho de los demás guardando celosamente el bien ajeno como si fuese el suyo.
11.- Prudencia.- Implica guardar discreción, calma, serenidad frente a una actitud impropia o desatinada de los demás, actuando con tino y cuidado para evitar magnificar los hechos o lastimar la sensibilidad de los demás.
12.- Humildad.- Expresada en la capacidad que tiene una persona de no ensalzar ni sobreponer sus virtudes o cualidades por encima de los demás en forma arbitraria, sino más bien, esperar con sumisión e hidalguía
el reconocimiento de los demás a sus propios actos, por más que debido a la magnitud y evidencia, estas se expresen por su propio peso en un espacio social determinado.
13.- Fortaleza.- Se entiende como la seguridad y el convencimiento que tiene una persona de sus propias virtudes y cualidades como factores de éxito frente a cualquier adversidad o reto, que en el devenir de sus actos, le plantee la coyuntura ya sea a nivel institucional o social.
14.- Tolerancia.- Capacidad de control y manejo de nuestras actitudes frente a las ácidas criticas de los demás. Conservación de la ecuanimidad, a pesar de los ataques, manteniendo el respeto con hidalguía a
pesar de las diferencias que existen entre las personas. Es saber permitir, considerar y respetar las opiniones y acciones de los demás.